
Es necesario que se apliquen con más fuerza y rigor las condenas a los delincuentes. La impunidad es uno de los principales motivos por los cuales la delincuencia sigue creciendo en nuestro país. La justicia debe ser efectiva y rápida, y las penas deben ser proporcionales al daño causado. Solo así se podrá disuadir a los delincuentes y proteger a la ciudadanía.
Pero la crisis de seguridad no es solo un problema de ley y orden. La ciudadanía está cada vez más descontenta con la clase política, que pareciera estar más preocupada de sus intereses propios que los del pueblo. Las demandas juntas de la ciudadanía son ignoradas o postergadas, lo cual genera un sentimiento de frustración y abandono.
Por otro lado, la educación en nuestro país está en crisis. Cada vez se educa menos y se adoctrina más a los alumnos. La formación de ciudadanos críticos y consciente de sus derechos y deberes se ha dejados de lado en muchos casos. Es necesario que se promueva una educación de calidad, que forme a personas capaces de enfrentar los desafíos de la sociedad actual.
En resumen, la crisis de seguridad en Chile no se solucionará solo con medidas represivas. Es necesario la justicia y se aplique con fuerzas las condenas a los delincuentes, pero también se debe trabajar en mejorar la calidad de la educación y en recuperar la confianza de la ciudadanía en sus líderes políticos. Solo así podremos construir un país más seguro y justo para todos.
Columna de opinión de Alex Sobarzo Aro.
Comunicador Social.
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